lunes, 15 de septiembre de 2014

Amor de padre

   A veces frío, recto, nos asustas un poco. Otras veces compañero hermano, nos llenas de alegría y creemos en tu amor.
   Cuántas veces en la vida te he analizado, vencías todos los obstáculos para que a tus hijos no les faltara tu amor, tu amor de pan, tu amor de bien, tu amor de honradez y en mi pequeñez de niña no podía comprender.
   La esperanza que tu amor de padre había depositado en mí; para ti yo era tu porvenir; me veías ya grande y mujer, triunfando en la vida.
   Amor de padre que sabiamente, me aconsejaste el bien, me enseñaste a practicar el trabajo, ser justa y comprender al otro.
   Los hijos del mundo esté la semilla de tu amor de rectitud y bien.


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